El equilibrio

He pasado un tiempo pensando en el equilibrio, es un buen momento, una buena postura, es la mezcla de ambos, es un estado.
La sensación de tener las manos bien puestas en el suelo, de sentir los hombros firmes empujando hacia el cielo.
De respirar tranquilamente el aire de ese mundo que no es el mismo mundo del que pueda estar mirando, es parecido, pero mejor. Por que en este estado el momento es lo único importante y se transforma en una especie de zen perfecto, de cabeza, sintiendo la sangre irrigando el cuerpo. Hasta podría pensar que por un instante es ese mundo horizontal, lleno de sin sentido, el que esta al revés. Encuentras el equilibrio en la punta de los dedos de tu mano, balanceando casi imperceptiblemente las piernas desde los abdominales, dirigiendo todo el peso de tu cuerpo desde la punta de los pies, hacia tu columna y directo a los hombros que empujan el suelo con tus palmas bien abiertas, enraizadas, que terminan por convertirte en esa analogía que quisieras fuese tu alma y que por unos instantes logras percibir. El equilibrio