Wednesday, October 05, 2005

Las tradiciones



"Melquíades el grande” vivió hace cientos de años recorriendo el mundo con su tropa y le dio la vuelta tantas veces que se dice aprendió todos los nombres de los hombres y mujeres de la tierra y solo le bastaba mirar a alguien para saber como se llamaba.
La sangre es fuerte y las tradiciones familiares también, y la familia Melquíades tenia una muy estricta. Cada vez que un hermano alcanzaba la mayoría de edad debía caminar en dirección a la puesta de sol hasta que sus pies no dieran mas y su espíritu se fatigara de fiebre, solo entonces podía cortar una flor del camino y volver a casa anotando en un cuaderno la firma de alguna persona del pueblo mas lejano por donde hubiese pasado.
La tradición se realizaba sagradamente con todos los nietos, que podían llegar a pasar semanas fuera de casa, lo que daba tiempo de preparar un gran celebración a su llegada, claro que estaba terminantemente prohibido cruzar el océano a pesar del hecho de que era prácticamente imposible llegar a el desde la geografía en que se encontraba la familia Melquíades. Esta regla tiene su raíz en la tragedia que se provocó cuando el abuelo Melquíades cumplió la mayoría de edad, ese día de primavera salio alegremente de la casa por la puerta del frente directo hacia la puesta de sol, con poco mas que un bolso de mano, pasaron dias, semanas, meses y no volvió si no hasta tres años después, por la puerta trasera de la casa, creando un gran alboroto pues la familia lo había dado por muerto y hasta tenia una tumba con flores en el cementerio del pueblo lo que enfado e hizo llorar mucho a la familia, en su bolso traía cartas con nombres imposibles y caracteres ilegibles y aseguraba haber caminado en línea recta hacia la puesta del sol hasta haber visto otra ves la casa por fin.

Sunday, October 02, 2005

El corazón del circo “Bitácora de Melquíades”


Representan todas las tragedias del mundo, primero la de existir, luego la de dejar de hacerlo y en tercer lugar un sin fin de pequeñas vicisitudes del quehacer diario en la vida de los hombres, llegaron buscando trabajo al circo, un día poco antes de comenzar la función, detrás de ellos todo se derrumbaba, nada quedaba bien echo, aunque en su mundo eso parecía normal e incluso perfecto, se forjaron en la mas pura escuela del ridículo, del abandono de cada vestigio del orgullo, para mostrar brillando y puro lo que cada payaso lleva en el la punta de su nariz, un inmenso y rojo corazón.