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He pasado muchos años pensando en esto y tratando de encontrar una razón para decir que estaba equivocado.
Pero en fin. No creo en la felicidad.
esa palabra tan usada, tan bella, tan utópica, jamas la sentí en verdad y muchísimas veces la use y aun de manera inconsciente la uso como un lugar común.
La felicidad, si hay algo parecido a eso, la imagino como una especie de explosión de hormonas generadas por alguna glándula en el momento en que sientes que por fin algo resulto, que el horizonte de tu vida se ve despejado, los primeros días de verano, ganarte un premio, pero sobre todo siento que se relaciona con el creer que todo esta siempre igual de bien... siempre mentira en un mundo de impermanencia.
Todo lo demás, lo que guarda relación con la sensación de estar completo, de sentirme en paz, de no contener mi espíritu. A eso lo llamo plenitud.
También es un momento curioso, también es difícil de alcanzar, tampoco es gratis, pero es real.
El verdadero crucigrama de mi vida no ha sido entonces ser feliz, si no, algo casi tan imposible. Conjugar el estado de paz y plenitud que pueda sentir, a partir de mis logros, de mi intelecto y espiritualidad, con lo que el mundo te ofrece a la fuerza día a día, desde la locomoción que puede destruir la paciencia de cualquiera, hasta los complejos panoramas de las relaciones humanas.
Al fin de cuentas, y esto lo puedo compartir con quienes creen y sienten ser felices...
Es casi imposible mantener por 24 horas sin cargo de conciencia tu integridad emocional, tu paz o tu felicidad, en un mundo que evidentemente no ofrece las mismas garantías a todos los participantes, a menos que no te involucres, no trabajes, no tengas amigos, ni pareja, ni nada....
Me pregunto si los monasterios se crearon solamente por esa estúpida y egoísta causa.
Titulo de un proximo post: "Monasterios el primer bunker"

El Problema...

Tenia 13 años posiblemente la tarde en que decidimos con un par de compañeros de curso hacer calzones rotos para la hora del te.
Estábamos en la casa de Rene, en un pequeño departamento de una villa militar en la zona de Providencia.
Era una casa sombría, de colores oscuros, cortinas gruesas, muebles conservadores, escritorios con cubierta de cuero y una coleccion de libros y revistas de actualidad con una sección de Play Boy profusamente escondida, pero no secreta, en la última gabeta.
La foto oficial del radiante general Pinochet, en la pared de la oficina del padre de mi amigo.
Nunca me gusto estar en esa casa.
Rene nos dice mientras buscamos azucar en la cocina,

¿quieren ver lo que mi papa nos dejo para que nos protegiéramos si los comunistas nos atacan?
Se sube al último compartimento de la despensa, mete su brazo detrás del pure de papas en polvo y baja triunfante con una pelota pesada y evidentemente militar, nos deja sostener su peso, esa fue la primera y única vez que tome una granada de mano. Tenia 13 años y aun a esa edad no logre entender como te proteges de alguien o de algo con una cosa que hará volar tu departamento y a tu familia en pedazos.
El padre de mi compañero tenía más de un problema.

El cafe de Luis...

Cuando comencé a escribir en este blog varias cosas se conjugaron para entender que mi vida se ponía interesante.

Una de ellas fue tomarme un café antes de entrar a mi trabajo en un pequeño lugar a la salida del metro Manuel mont.

Siempre he sido asiduo a los cafés y lugares agradables de Santiago.

Desde los 16 visito la converseria de Julio, desde los 17 la librería de Alejandro y hace unos 6 años el café de Luis, atendido por su dueño, un hombre de mirada agradable, pelo blanco, flaco, tranquilo, siempre curioso, con la vista siempre un poco por encima de mi hombro esperando a que termine lo que trato de escribir o de dibujar, para que se lo muestre.

El café Nefertitis era todo lo que un a persona sencilla puede querer de la vida antes de entrar a trabajar, una vista agradable en frente de una pequeña plaza con jacarandas que marcan las estaciones año tras año.

Adentro un espacio reducido y el ambiente perfecto para la conversación mas intensa o despreocupada sobre la vida, los ovnis, el trapecio, el petróleo, las conspiraciones mundiales y... la vida, el amor, la paciencia y el zen, que significa la felicidad.

Creo que muchas de esas cosas jamas las responderé, pero no es lo importante, me las plantie junto a la sincera amistad de un hombre que supo estar siempre atento y optimista frente a los cataclismos de la vida.

Hoy la plaza no existe, la reconstrucción de la salida del metro la transformo en un mero lugar de paso sin ningún atractivo para nadie.

El pequeño café de Luis tubo que soportar un tiempo casi infinito de ruido y polvo que termino por nublar y al fin hacer naufragar su empresa.

Siempre fuimos un par de optimistas frente a todo lo que nos golpeo, y en estos años muchas cosas lo hicieron... pero hoy mientras me hablaba de sus últimos días antes de cerrar, ya sin ganas ni esperanzas, solos en el lugar cerrado a las 4 de la tarde, solo pude quedarme mirando a mi amigo, compartiendo un vaso de bebida y mirando el ultimo invierno de los jacarandas que ya no existen si no en la memoria de un tiempo en que no logre desentrañar que diablos es la felicidad, pero la sentí.

Los gatos...

la mayoría de los gatos viven en mundos imaginados.

Imaginan a sus amos que son tiernos y atentos con ellos.

Imaginan platos de comida que los esperan en casa al regreso de sus aventuras nocturnas que casi siempre son intensas y apasionantes aunque aveces imaginen peleas de las que no siempre salen bien parados.

La mayoría de los gatos viven en los mundos que ellos quieren y como ellos lo quieran.

En sus mundo pasan cosas extrañas que los gatos no presencian ni les interesan, sus amos salen al trabajo y duermen, se aman y se pelean, se odian e incluso se quitan la vida aveces.

pero a los gatos esto no les afecta demasiado, siempre sus mundos imaginarios son perfectos para ellos a menos que imaginen un auto demasiado encima.

Lo gracioso e intrigante de estos mundos perfectos es que ni los gatos, ni sus amos, ni los amigos de sus amos, ni los gatos de los jefes de sus amos, saben que es un sueño.

ahora que lo sabes, solo cruza los dedos y trata de no despertar a tu gato.

Era un gigante muy egoísta...

Soy un tipo pesado en lo que respecto a la expresión sin sentido, siempre e pensado que la gente que anda rallando su nombre o su firma en todas partes son personas terriblemente pobres de espíritu que no tienen las armas para convertir su vacío personal en una expresión artística medianamente inteligente.
y muchas veces un rallado sistemático de una pared de propiedad privada puede llevar a estados tristes no sabemos hasta que punto, a no sabemos que personas.
Viejos, enfermos, gente que quiere vivir en paz.
Pero no es el caso de el sujeto que anonimamete puso en mi camino esta frase en el recientemente reconstruido muro de la antigua empresa Emos (hoy aguas andinas)
en Antonio varas.
La intervención es de tal modo sugerente, inteligente y llena de humor, que simplemente se me ocurrió fotografiarla y escribir esto para agradecer de alguna forma, que cada vez que paso por ese lugar me salga una sonrrisa, pensando en ese jardín que cuando niño solo pude yo y mis amigos, imaginar, por que siempre estubo cerrado y es a todas luces un lugar misterioso y muy verde en el medio de Providencia.
así que gracias al humor y al pequeño estado de magia que tubo que pasar por la cabeza del artista, ojala la ciudad estuviera llena de ese humor y no de signos vacíos que denotan la probreza "gigantescamente egoísta" del que cree que escribiendo su nombre en una pared se hace mas grande.

Mea culpa

Uno de los problemas que he tenido con Internet es la pequeña indulgencia con que trato a la gente que me rodea, sobre todo a través de facebook.
Claro que ese es mi problema...
y escribo sobre eso.
¿Cual es el sentido de tener un montón de gente como "amigo" en una red social?
Para mi fue, en un comienzo tardío, (fui el ultimo de mis amigos en crear una cuenta)
promocionar mis actividades, luego hacer albunes de fotografías, luego tener links a mi blog, a las actividades de mi taller etc.
En gran medida facebook se transformo en la cara mas visible de mi ego.
Si eso es malo o no, aun trabajo en determinarlo, hace un par de días me pareció tan despreciable que lo borre y pateticamente lo active antes de las 24 horas.
Por que me di cuenta de que un montón de gente que había conocido en india, además de un mucha de gente que quería entrar a mi próximo taller se comunicaba conmigo a través de facebook.
Ya que había demostrado vergonsoza adicción, debería por lo menos borrar de mi lista de amigos a los que ya no lo son, y comencé por los que en los últimos años no se han portado como tales, no mas de un par por suerte, luego segui con la gente que acepte pero no conozco y la cosa es un poco mas grave, creo que el trabajo me tomara un par de semanas mas, pero lo conseguire.

Visito facebook mas de cuatro veces al dia, gmail en cambio no mas de dos veces, Emol solo una, en la mañana, a menos de que el mundo se este terminando.
o sea que en verdad me importa.
Tengo otras 9 actividades favoritas lo que indica que no soy un imbécil frente al pc, aun. jeje

Cuando cree este, blog en el cual escribo hace unos 5 años, me pareció tremendamente util como ejercicio literario y aun me parece que para todos lo que amamos escribir sin ningún animo profesional los blogs son maravillosos.
Amo tomar fotografías y para ello exponer en flikers me parece una herramienta preciosa desde el punto de vista de la calidad y el intercambio.
A estas plataformas les debo momentos gratos e intelectualmente atractivos.
a facebook le debo...
Horas de insano entretenimiento y aunque no "puedo" deshacerme de el, aun creo que para tener un blog debe gustarte escribir, para tener flikers debe gustarte la fotografía y para tener facebook los requisitos son miserables.
Cuando pienso en esto me siento un poco mal.
Por que mientras el circo, los libros, el deporte, la música me han hecho crecer.
facebook se quedara en mi vida, al lado de noches de borrachera y hábitos como el cigarro, que aunque no sean estrictamente reprochables y a veces muy placenteros, no me hacen sentir mejor persona.

Comemos demasiado
Hablamos demasiado
Corremos demasiado

entre ver y no ver
entre sentir y no sentir
hay un silencio esperando a ser usado, para percibir esa fina maya, ese maravilloso engaño, cruel y fantástico, que llamamos realidad.
El mundo de los deseos, esta funcionando ahora.

una tarde en el paraíso.

el paraíso esta en todas parte, lo creo por que vivo en el.
el infierno es una perdida de la capacidad de enfrentar el momento.