Wednesday, February 01, 2006

La espuma




Encontrarse de frente con una sirena abismal es casi imposible y profundamente mortal. Estos seres placidos transitan por las corrientes mas gélidas del profundo océano imposible, son como se sabe translucidas y hermosas. Salvajes por naturaleza, imposibles de contener, su mezcla de espíritu y mujer crea una simbiosis seductora e irresistible, pues sus voces que no son de este mundo suelen perder al mortal en paseos indescifrables, laberintos del alma en los cuales el cuerpo simplemente se abandona a su suerte, y bien podrían ciertos hombres desintegrarse contra las rocas del fondo marino con una gran sonrisa en la cara, que los sobreviviría en la eternidad del coral. En las tardes de invierno en medio de las tempestades mas violentas, entre el oleaje desgarrado, se las vera saltando en el agua, en medio de la oscuridad del cielo y del mar, cantando las palabras que ningún oído debería escuchar, y que nadie podría trasmitir.
A diferencia de sus primas de río las sirenas abismales son tremendamente tristes, melancólicas, gestos que los antiguos marinos interpretaron como actitudes ligadas a la oscuridad, mas solo tiene que ver con la tristeza, profunda e incomprensible que les provoca el ver morir entre sus brazos a cada ser que por amor o encantamiento se dejo llevar por el oleaje.
Se desconoce el origen exacto de la maldición que las persigue, de estar solas eternamente, es la misma que con los años las transforma en espuma cuando cansadas del mundo se dejan varar recostadas en alguna costa lejana donde el sol imperturbable, les haga pagar por todos sus muertos.