Wednesday, April 06, 2011

Los gatos...


la mayoría de los gatos viven en mundos imaginados.

Imaginan a sus amos que son tiernos y atentos con ellos.

Imaginan platos de comida que los esperan en casa al regreso de sus aventuras nocturnas que casi siempre son intensas y apasionantes aunque aveces imaginen peleas de las que no siempre salen bien parados.

La mayoría de los gatos viven en los mundos que ellos quieren y como ellos lo quieran.

En sus mundo pasan cosas extrañas que los gatos no presencian ni les interesan, sus amos salen al trabajo y duermen, se aman y se pelean, se odian e incluso se quitan la vida aveces.

pero a los gatos esto no les afecta demasiado, siempre sus mundos imaginarios son perfectos para ellos a menos que imaginen un auto demasiado encima.

Lo gracioso e intrigante de estos mundos perfectos es que ni los gatos, ni sus amos, ni los amigos de sus amos, ni los gatos de los jefes de sus amos, saben que es un sueño.

ahora que lo sabes, solo cruza los dedos y trata de no despertar a tu gato.

Era un gigante muy egoísta...




Soy un tipo pesado en lo que respecto a la expresión sin sentido, siempre e pensado que la gente que anda rallando su nombre o su firma en todas partes son personas terriblemente pobres de espíritu que no tienen las armas para convertir su vacío personal en una expresión artística medianamente inteligente.
y muchas veces un rallado sistemático de una pared de propiedad privada puede llevar a estados tristes no sabemos hasta que punto, a no sabemos que personas.
Viejos, enfermos, gente que quiere vivir en paz.
Pero no es el caso de el sujeto que anonimamete puso en mi camino esta frase en el recientemente reconstruido muro de la antigua empresa Emos (hoy aguas andinas)
en Antonio varas.
La intervención es de tal modo sugerente, inteligente y llena de humor, que simplemente se me ocurrió fotografiarla y escribir esto para agradecer de alguna forma, que cada vez que paso por ese lugar me salga una sonrrisa, pensando en ese jardín que cuando niño solo pude yo y mis amigos, imaginar, por que siempre estubo cerrado y es a todas luces un lugar misterioso y muy verde en el medio de Providencia.
así que gracias al humor y al pequeño estado de magia que tubo que pasar por la cabeza del artista, ojala la ciudad estuviera llena de ese humor y no de signos vacíos que denotan la probreza "gigantescamente egoísta" del que cree que escribiendo su nombre en una pared se hace mas grande.