Vivo en la cuerda floja, y siempre podría caer, por supuesto que hay formas de no hacerlo y siempre mantenerse en el equilibrio aparentemente precario del alambre.
Primero mueve los brazos, mantén firme el torso, respira siempre de forma natural... Pero sobre todo nunca mires hacia abajo, el alambre no se mira, solo adelante en donde en los circos antiguos pintaban un punto blanco a la altura de los ojos para que el fonambulo se mantuviera concentrado en el, como la luz al final del túnel, o el cielo en el horizonte al final de la tormenta.
En la cuerda floja muchos momentos son gratos, basta con recordar esos momentos en que sabemos que todo esta bajo control, algo así como el equilibrio espiritual, que es tan efímero como alucinante, cuando todo esta bien y el cuerpo responde perfecto en la cuerda, te quedas quieto y respiras, entonces sabes que el punto blanco al final tampoco importa por que no puede ser que lo único valido sea terminar el numero. Según yo lo realmente importante es saber disfrutar la comodidad de pasearse en la altura incluso saber saltar y a veces recostarse a lo largo del alambre y tratar de dormir.
1 comment:
Que bueno es tenerte por estos lados también, la busqueda de expresión siempre es gratificante, no importa si es a través del arte circense o de las plabras, lo importante es comunicar-se. La vida es un alambre que está en constante movimiento y en la que debemos ser capaces de fijar nuestros esfuerzos para que cuando inevitablemente caigamos de el sepamos como corregir nuestro error y seguir siempre adelante, depronto es necesario dar un paso atrás pero eso no significa retroceder, si no reafirmar, incluso muchas veces nos subimos a otros alambres cruzandonos con otros equilibristas, lo importante es tener la delicadeza y el tino de no hacerlos caer..
un abrazo bro
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