Cuando el mundo duerme, se manifiestan sobre las ciudades, recorriendo los tejados con abismante agilidad, sus pasos suaves casi no tocan la superficie y provocan el mismo efecto del viento zumbando junto a las orejas. Cuando uno de estos seres ve que un sueño crece luminosamente en alguna habitación se concentra en las imágenes para registrar la mente del durmiente, esto para ellos es como descansar, se dejan llevar placidamente por los paisajes de otras siquis, para ver claramente las formas, las historias, los indicios de maldad, de placer, ego y miedo, en sus memorias todo queda vivido y almacenado, todo servirá en alguna oportunidad, nunca se sabe. Muchas veces sin embargo se dejan arrastrar hacia los pasajes mas recónditos y así se adentran en puntos ocultos de los sueños del durmiente, esto es una muy mala costumbre, pues si por casualidad un sobresalto despertara al sujeto de improviso en ese momento el Fauno nocturno ya no podría volver a salir mas, a pasado que se extravían en los parajes olvidados y terminan asimilándose a la realidad de la cual son prisioneros, quedando a veces perdidos para siempre como un recuerdo de niñez, o en contadas oportunidades apareciendo a la luz de la luna, libres después de varios días, meses o años.
Todo esto sucede a diario hace milenios, pues los faunos no duermen realmente y en cambio se benefician de nuestros sueños para lucrar de la información obtenida, realmente es increíble lo que un ángel de la guarda y un demonio pueden llegar a ofrecer por un indicio de deseo oculto, detectado a tiempo.
No comments:
Post a Comment