Sunday, September 28, 2008

Que nos reciba el mar.

(Canto de los hombres alados a la llegada de la primavera)


En esta luna nueva, hablo con el horizonte para pedirle que me muestre un camino hacia lo que deseo.
Hacia el amor y la quietud.
Desgarrar los velos de la realidad
arrancar hoja por hoja capa por capa la corteza gastada del que habitaba agonizante y que hoy muere tranquilo por fin.
Que nos llene las alas de semillas de flores lejanas que luego cubran nuestras madrigueras a la orilla de los riscos
que nos muestre dios la palabra que habita en el viento infinito
los símbolos en las nubes
los designios de la naturaleza
y que al dormir sobre nuestras almas aéreas las estrellas encuentren un hermano en el pulso preciso y constante de nuestro corazón.
Que nos ame el viento
Que nos cuide el mar.
Que nos lleve el viento
que nos reciba el mar.

1 comment:

chapa said...

la primera vez que vi a los hombres alados fue en un sueño cuando tenia 16 años, entonces fue toda una revelación darme cuenta de lo hermosos que podían ser los pasajes secretos de la mente.
Hoy tengo 30 y he escrito muchas cosas sobre ellos, imaginando mi estadía indefinida en las quebradas abismales detrás del desierto.
Como una persona ajena a su cultura que desea conocerlos y los admira desde la incomprensión.
Me he dado cuenta sin embargo de que están entre nosotros, que soy yo y mucha de la gente que me rodea, que las quebradas y el mar y los ritos y los himnos así como sus rezos y suplicas, no son mas que cada forma en la que he buscado mi manera de expresar creencias de libertad profunda y sincera en un mundo en el que no hay mucho espacio para lo ritual ni lo pagano.
Los hombres alados, los trapecistas del alma, mis amigos, los escritores, las bailarinas, las amigas de la vida, los cantantes del corazón, todos ustedes han sido mi vida en las quebradas.