Sunday, June 15, 2008

El viaje hacia la nave.

Pase un montón de tiempo entre los libros de un viejo amigo.
Hablando de la vida de la suerte de las cartas del tarot.
Pase muchísimo tiempo en el café de otro viejo amigo, hablando de política de la dictadura, de mujeres del amor.
Escuchando himnos rusos, cantando tangos sangrientos, tomando café negro, negro, negro.
Fumando.
Pase otro largo rato, colgado del trapecio, jugando, jugando, jugando, dejando el alma libre, sin peso, sin ataduras, sin dolor, sin sabor, sin sexo, sin culpa ni color.
Algo parecido a todo eso, muy parecido, pero mucho mejor.
Pase un rato escribiendo, tímido, aburrido, y luego eufórico hasta vomitar todo el papel.
Pase mucho rato solo, caminado, por el centro de Santiago. Lleno de palomas, locos, ciegos y sordos, iluciones.
Me detuve a pensar, a respirar, a ser feliz un tiempo, a soñar con lo que debo hacer para seguir.
Tratar de evolucionar, de convertirme en ser humano, tratar de abandonar el miedo.
Amarme más, creerme más, correr mas, proponerme más.
Estoy seguro de lo que quiero.
Un lugar.
No le voy a poner color, ni nombre.
Lo voy a imaginar ahora mientras escribo, y lo voy a pegar en una pared de mi mente, frente a mis obligaciones, mis demás deseos, frente a las fotografías del café, de la librería, del parque forestal, de mis compañeros de casa, de mis vecinos, de la musica, y de todo lo que es realmente importante en mi vida.

No comments: