Me senté en el trapecio hoy, me pare en el, tense las cuerdas, hacia frío.
Mi mano derecha en la cuerda derecha, mi mano izquierda bien arriba, respiro.
Siento lo áspero de la cuerda contra lo áspero de mi mano, el suave balanceo de nuestros cuerpos en el espacio.
Me dedique a pensar en todo lo que lo voy a extrañar, un día.
Volamos un rato
No pensaba subir hoy, estaba triste, pero no me resistí a su soledad.
Yo silbaba un tema de Bowie tranquilamente, mientras dejaba que me tocara todo el cuerpo con la barra, que me apretara los brazos con sus cuerdas me dijera algo que parece un crujir, pero es un saludo, que me recordo lo eterno que es el espacio que hay fuera del piso, que me recordo lo frágil que es el equilibrio de nuestra relación.
Mire a la gente abajo del trapecio
y me sentí sumamente afortunado
triste y afortunado
triste por que tal vez un día me baje para siempre de este mundo que escojo
y afortunado por que a pesar de todo
a pesar del horizonte y de el tiempo y a pesar de que me baje o el desaparezca y todo el mundo nos olvide, los amigos como el y yo que ya nos entregamos todo, que nos golpeamos y nos enemistamos, que nos hicimos daño y nos hicimos tanto bien, esa clase de amigos, somos para siempre.
3 comments:
Las cosas de la vida, cuando escuche ese silbido sentí la nostalgia en el ambiente, pensé que había sido yo por todo este “TANATHOS” que nos está aconteciendo, pero hay algo que me da mucho aliento, esta energía es tan fuerte que no creo que nos haga bajar algún día, de hecho pienso que hasta en el más allá estaremos sobre un trape, siempreee.. me niego a dejarlo.
No lo vamos a extrañar, siempre estará ahí, las cuerdas y esa barra, que al decirlo así no tiene mucho sentido, pero al decir trapecio, TODO TOMA SENTIDO. acepto la invitación de volar un rato, de hecho es bastante necesario.
Por eso eres uno de mis mejores amigos.
gracias
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