Thursday, March 02, 2006

La inauguración de la tormenta




Este debe ser mi tema favorito, entre muchos, las tormentas se inician de muchas formas y tienen en si miles de significados, mi primer cortometraje también se llamo así y fue mi inauguración como comunicador de ideas. El comienzo de un sentimiento también puede ser una tormenta, muy personal claro. No sabes que va a pasar pero sientes que los estratos se mueven hacia tu paralelo y entonces tienes dos opciones, validas claro esta, o te cubres y proteges guardando las cosas que sabes no deberían mojarse o estropearse con el caos o simplemente perderse en el viento, o te despojas de tu equipaje y decides inmiscuirte en la lluvia que vendrá, nunca sabemos como comienzan, ni quien las invoca en realidad. Como todo una tormenta es mucho mas que agua y viento, muchísimo mas que truenos y luces en el cielo, es para mí el deseo de dios y del mundo de deshacer la cúpula para reinventarla, lavar lo malo y reconstruir sobre eso. Un nuevo cielo. Mi tormenta fue así, la presentí, me angustio y no me dejo dormir en días de impotencia, por que sabia que mi mundo y mi geografía cambiaria dramáticamente si dejaba alcanzarme por ella. No sabría volver si el agua borraba el camino de regreso.
Y una noche impulsado por todas las voces que me decían cúbrete, ignóralo, me deje desprotegido, me sentí lo suficientemente limpio como para sacar la basura de mi alma y recite largamente las letanías secretas del valor que es tan difícil de encontrar, y crucé la distancia que me alejaba de la tempestad, la vi recibirme la vi comenzar, y me quede parado bajo ella mirando como barrio con el pueblo, con mi mente, con mis preocupaciones y miedos. Y al final de todo, al final de la lluvia, del agua corriendo por mis talones, del frío y de todo, encontré lo que quería, un cielo claro, un mar tranquilo y a ti, para siempre de alguna forma, por un tiempo de otra. Por ahora no presiento mas cataclismos en mi alma, solo trabajo lentamente, silbando algo, tranquilo.

1 comment:

El Bruto said...

La tormenta en mi vino fuerte y no se ha ido, esta destapando viejos sentimientos que creí perdidos por siempre en un rincón a temporal del que nunca volverían a florecer, pero para mi sorpresa lo están haciendo con fuerza y determinación, con profundidad... de esa que duele hasta los huesos, pero el dolor es dulce y a la vez tiene la misteriosa capacidad de adormecer mis sentidos, sin embargo el miedo y la insertidumbre están presentes como una bestia escondida esperando el momento indicado para dejarse caer sobre mis esperanzas y mis sueños y no sé si tendré las fuerzas necesarias para defenderme y continuar en el camino sin perder de vista mi sueño qu al parecer está cada vez más lejos.